martes, 29 de diciembre de 2009

ay ay ay

Me salio mandona la novia.... es nerviosa e inquieta... quiere ir a todos lados y siempre tiene prisa,le gusta presumir de belleza y de agilidad le gusta que le vean como va... yo que la quiero dominar no me deja.. cnsecuencia de mi intento me mando al suelo con 12 puntos en un codo y una lesion en un gemelo.... hay pero la quiero tanto que no la dejo y ya tengo ganas de volver a sentirla entre mis piernas....

Llevo dias sin escribir la verdad que estos dias no pare.. mucha fiesta mucha diversion y buenos momentos...
Se me ocurren muchas cosas que escribir pero pocas cosas que contar... os dejo un cuento:


EL CRUCE DEL RÍO
Había una vez dos monjes zen que caminaban por el bosque de regreso al monasterio. Cuando llegaron al río, vieron a una mujer que lloraba en cuclillas cerca de la orilla. Era joven y atractiva.
-¿que te sucede?- le preguntó el más anciano.
-Mi madre se muere. Está sola en casa, al otro lado del río, y yo no puedo cruzar. Lo intenté -siguió la joven-, pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro lado sin ayuda... Pensé que no la volvería a ver con vida. Pero ahora... Ahora que habéis aparecido vosotros, alguno de los dos podrá ayudarme a cruzar...
-Ojalá pudiéramos -se lamentó el más joven-. Pero la única manera de ayudarte sería cargarte a través del río y nuestros votos de castidad nos impiden todo contacto con el sexo opuesto. Lo tenemos prohibido... Lo siento.
-yo también lo siento- dijo la mujer. y siguió llorando. El monje más viejo se arrodilló, bajó la cabeza y dijo: <>.
La mujer no podía creerlo, pero con rapidez tomó su hatillo de ropa y subió a horcajadas sobre el monje.
Con bastante dificultad, el monje cruzó el rió, seguido por el joven.
Al llegar al otro lado, la mujer descendió y se acercó al anciano monje con intención de besar sus manos.
-Está bien, está bien -dijo el viejo retirando sus manos-, sigue tu camino.
La mujer se inclinó con gratitud y humildad, recogió sus ropas y corrió por el camino hacia el pueblo.
Los monjes, sin decir palabra, retomaron su marcha al monasterio. Aún les quedaban diez horas de caminata...
Poco antes de llegar, el joven le dijo al anciano: <>.
-Yo la llevé a través del río, es cierto. pero ¿qué te pasa a ti que todavía la cargas sobre tus hombros?.
MORALEJA.....

6 comentarios:

  1. Jajajaja!! gracias Juan! necesitaba un poco de esto... que bueno llegar a tu casa, avisame cuando esté tu novia así vengo con protectores y guantes puestos jajaja.
    Mmmmm si habré cargado en hombros/es sin descargar jajajaja! en fin... besos!!

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  2. "Se me ocurren muchas cosas que escribir, pero pocas cosas que contar"

    Mmmmm. Eso que no quieres contar suena incluso más prometedor juas.

    Cuidadito con tu novia. Atala en corto pronto, o te tenemos más tiempo tumbado en el sofá que correteando por la calle :(

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  3. jajajajaj ¡pues vaya con la novia que te echaste¡en vez de ponerla entre tus piernas , la vas a tener que cargar sobre los hombros como el monje.

    FELIZ AÑO 2010, te deseos todo lo mejor y sobre todo que tu novia "no te tire" (tomalo como quieras) jajajajj
    un abrazo

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  4. Me suscribo al coment de FIEBRE.
    Cuida...
    Jaaaajaajaaa.
    Saludos.

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  5. cambia de novia...hay amores que matan...

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  6. Pero mira que eres brutiño, dos dias y ya te caes.. jeje.
    un beso

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